Revista Ágora: Xicoténcatl, 9. La fidelidad a Fidel (el mexicano)

Xicoténcatl, 9. La fidelidad a Fidel (el mexicano)

. 19/4/10
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Édgar Saldaña, mi afinidad con su análisis. Una disculpa por el casi empate temático.


“¿Fiel?, ¡Ni que fuera perro!”.
Miguel Ángel Yunes Linares (a) “El costal de mañas” o “El señor de todos los lodos”.

La precampaña que acaba de terminar en Veracruz estuvo cundida de nuevas maneras de lamer zapatos. También fue prolífica precampaña iniciadora de una manera “fidelista” de hacer política. Una máxima hubo en el PRI (y en el gobierno estatal y en RTV y en Telever, similares y conexos): “NO debe haber dos precandidatos”, no debía haber dos contendientes por el mismo cargo. NO porque Fidel lo dijo. Unos se extrañaron, otros acataron (los beneficiados, por supuesto). No dos precandidatos ni a presidente municipal, ni a diputado local, mucho menos a gobernador. Es válido pensar que la imagen del PRI que se quería dar con los “candidatos de unidad” era muy distinta a la que se dio. No vimos (al menos el autor) a un PRI cohesionado y envidia de los demás partidos parias con peleas internas. Lo que vimos fue a una figura: Fidel Herrera; un gobernador que de una manera por demás autoritaria (con las dificultades que tiene usar este adjetivo) ordenó “bajarse” a los precandidatos que no fueron elegidos. Hay lealtad partidista, hay “fidelidad”, jarocha forma de llamarla.

Un precandidato a gobernador cuya historia conocemos los veracruzanos, Héctor Yunes, fue hostigado, amenazado, vilipendiado, hasta que se logró evitar su registro como precandidato ante el partido y finalmente se terminó con su proyecto (aunque él diga lo contrario, el domingo 18 de abril nos dimos cuenta de su subordinación al estar en el presídium de la toma de posesión de Javier Duarte, en el majestuoso Estadio Xalapeño (¿por qué no sería en el Museo del Transporte, otrora ágora de la fidelidad?); junto a Manlio Fabio Beltrones, allí estuvo el primo de Miguel Ángel, reafirmando el dicho “El que es (¿?¡!), hasta la coyunta lame”, Héctor Yunes desconoce al parecer, el ejemplo de Dulce Sauri en 2007, ella sí se retiró con dignidad).

Un precandidato a presidente municipal (de un municipio conurbado con Xalapa) no pudo registrarse como precandidato y ni siquiera porque le pidieron ser leal o “fiel”, sino porque el mismo Coordinador de los Esfuerzos estatales habló con él y lo amenazó de tumbarlo a periodicazos si no se bajaba. Las finas maneras ante todo.

Un precandidato a presidente municipal de Xalapa que ahora mismo es candidato a diputado local no tuvo más que bajarse después de la que pareció la única pelea de precandidatos que permitió Fidel Herrera. Lo bajaron, pero le dieron la candidatura a diputado local, convencido de que después podría gobernar Xalapa, porque aún es muy joven, tiene mucho por vivir en la carrera política. No le dijeron que a la candidata designada seguro la quieren más en el Palacio y por eso quieren que despache junto el Edificio Nachita.

La fidelidad veracruzana es grandiosa copia de la lealtad a la Revolución Bolivariana, donde el líder también juega con los peones de la manera que le parece más adecuada. Hay inteligencia en el gobernador Fidel Herrera, pero hay también una absoluta perversidad. En la toma de posesión de Duarte quedó clara. Fidel Herrera llevó a Miguel(ito) Alemán, a Alejandro Montano Guzmán (enemigo acérrimo del fidelismo), a Héctor Yunes Landa, a José Yunes Zorrilla, vaya hasta a la venerable doña Divina María Morales Espinoza viuda de Gutiérrez Barrios (que mejor debería asistir a la protesta de Dante Delgado y no traicionar la memoria de su esposo). Eso es fidelidad.

2 Comentarios:

Anónimo dijo...

Yunes Landa desde el principio dijo que no renunciaria al PRI asi como dijo que no aceptaria,sobornos,ni ofertas de otros puestos politicos, Yunes Landa peleo hasta lo ultimo, yo creo que a algunos nos falto apoyarlo y otra cosa seria. Aunque al que escribe le hubiera gustado y a muchos como a mi personalmente que Yunes Landa se hubiera ido al PAN, incluso la propia fidelidad mostro su poco interes en el diputado por La Antigua, pero no sera asi ya que HYL es PRIISTA de corazon y no se ira, alli nacio y alli morira, esa es la desicion del lider. ojala el pueblo de Veracruz reaccione a la perversa manipulacion de la Fidelidad y voten por otro candidato que prometa un cambio positivo y acabe con el circo de la Fidelidad.

Unknown dijo...

Estimado Anónimo: No sé si a usted le haya faltado apoyar a Héctor Yunes Landa en su precandidatura, por lo que a mí respecta no fue así, apoyé lo más que pude, aunque mi ayuda fuese desdeñada (y con razón, por irrelevante). En ningún momento afirmo que Héctor Yunes debió haberse ido al PAN ni que a mí me hubiera gustado eso, como usted lo dice. Nada me hubiera disgustado más. En una carta que escribí a don Héctor y que me permito citar le dije "no votaré por usted si no es candidato a gobernador por el PRI. No busque otras opciones". Tampoco digo que haya aceptado sobornos ni ofertas de puestos simplemente creo que si estuvo en el Estadio Xalapeño el domingo 18 sin ninguna prebenda, puesto o promesa de por medio, entonces hace honor a la frase con que lo adjetivo. El de Héctor Yunes fue el caso de Dulce Ma. Sauri, incluso peor, porque Dulce Sauri ha sido una figura relevante en el ámbito nacional. Cuando a ella le impusieron a Ivonne Ortega, lo aceptó, no impugnó, pero dejó claro que jamás haría campaña ni acompañaría a ningún acto a Ortega. Simplemente iría a votar por el PRI. Eso si se quiere, es lealtad partidista, congruencia con el partido en que se nació. Lo que el domingo hizo Héctor Yunes fue una traición a los muchos veracruzanos que lo apoyaron, eso no es lo mismo que lealtad.